construcción de aprendizajes significativos orientada al desarrollo de
competencias para el tratamiento de la información y la adaptación de los
elementos digitales en pro de alcanzar la calidad educativa.
En correspondencia con los planteamientos que anteceden, la
innovación educativa, está estrechamente relacionada con lo expuesto por es
importante implementar herramientas que sean prácticas, además de técnicas
que permitan generar cambios, en los procesos y servicios educativos. Por
este motivo, la Etapa escolar, es un ámbito ideal para propiciar la
alfabetización tecnológica, sustentadas en las premisas educativas vigentes
en Venezuela.
De este modo, las directrices de las políticas educativas en relación a
las TIC, según Cabello (2008), citado por Pérez y Quintero (2016): “se torna
más compleja pues no solamente se consideran aspectos vinculados con
contenidos sino se agregan las múltiples posibilidades generadas en la
interactividad” (pág. 201). Sin embargo, no se traducen automáticamente en
cambios en las prácticas pedagógicas en las aulas de clase.
De este modo, las propuestas formativas de la etapa escolar
venezolana, se requiere de un sustento curricular, que tome en cuenta las
habilidades instrumentales de la gestión pedagógica de los docentes, las
cuales están explicitadas en las acciones reproductivas de los contenidos
programáticos de la etapa escolar que promueva en la praxis educativa un
aprendizaje significativo de los mismos.
Por ello, la praxis educativa en las aulas de clase de la etapa escolar
debe impactar en la construcción social de unos aprendizajes significativos
apoyados en las TIC, para responder a los intereses, concepciones y actitudes
previas del educando, a fin de fomentar las experiencias innovadoras que
conlleven a la construcción de conocimientos relevantes para responder a las
demandas de la sociedad. Así quedó expuesto por el Ministerio del Poder
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Arbitrado
pedagógico. Por ello, una praxis innovadora debe ser capaz de favorecer la