Revista Scientific Volumen 5 / Nº 15 - Febrero-Abril 2020 | Page 196

discusión) Antes de abordar este apartado, es necesario aclarar que para argumentar el estudio del concepto en sí de pareja pedagógica practicante no se encontraron antecedentes relacionados al propio estudio de dicho concepto. Lo que sí se encontró fueron antecedentes que argumentan sobre práctica preprofesional y de parejas pedagógicas de profesionales. No obstante, los argumentos que exponen los autores consultados sirven de guía para abordar el concepto de pareja pedagógica practicante, puesto que, tales argumentos convergen en un punto común entre la tarea de profesionales y practicantes: la práctica docente. Dada la explicación, un primer aspecto a abordar es la pareja pedagógica practicante como concepto clave en el desarrollo de la propuesta de funciones. Así, Carniato, Tulián y Velázquez (2015), manifiestan que: “la tarea docente no se realiza en soledad porque es a partir de la mirada del otro que las prácticas pedagógicas cobran sentido y se enriquecen” (pág. 18). A partir de los autores, se puede decir que el trabajo en equipo que se realiza como pareja pedagógica practicante fortalece el acompañamiento pedagógico, diálogo de saberes, el ambiente crítico-reflexivo, responsabilidad común, entre otros aspectos que se viven y desarrollan a diario en la actividad de los practicantes. Lo manifestado por los autores, no está alejado de lo que significa la pareja pedagógica practicante para la UNAE, puesto que, en su Modelo de Práctica Preprofesional de la Universidad Nacional de Educación (UNAE, 2018b), manifiesta que lo fundamental de estar en pareja para vivir el mundo de la profesión, es entre otros criterios: el “tener la posibilidad de reflexionar acerca de las vivencias en la escuela y de lo que se ha observado en el otro, como parte a la formación de cada uno” (pág. 28); ello con el fin de aportar a la formación de cada uno. 195 Arbitrado 2. Desarrollo (teoría y conceptos, metodología, análisis de resultados y