Revista Scientific Volumen 5 / Nº 15 - Febrero-Abril 2020 | Page 153

Las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) han provocado cambios trascendentales en los esquemas que el hombre como ser pensante ha venido construyendo a lo largo de la vida en sociedad. Hoy en día prácticamente no existe actividad alguna que no involucre el uso de las TIC, debido a su vertiginosa evolución ha modificado la forma en la que se adquieren y transmite el conocimiento, de allí que la educación como uno de los más significativos procesos de evolución ha sido influenciada por la inclusión progresiva de dichas tecnologías en el quehacer pedagógico. Destaca González (2016): que “las TIC pueden ir más allá de ser herramientas tanto para la Información como para la Comunicación, constituyéndose en verdaderos elementos de apoyo en la formación educativa” (pág. 495); con el fin de coadyuvar al fortalecimiento de una educación de calidad. En este contexto, los sistemas educativos a nivel mundial se enfrentan actualmente al desafío de utilizar las TIC para proporcionar a los estudiantes los conocimientos necesarios para su desenvolvimiento en el Siglo XXI. En referencia a lo anterior, Delors (1996), sostiene que: Los sistemas educativos deben responder a los múltiples retos que les lanza la sociedad de la información, en función siempre de un enriquecimiento continuo de los conocimientos y del ejercicio de una ciudadanía adaptada a las exigencias de nuestra época (pág. 32). En el contexto educativo venezolano, las TIC poseen un marco constitucional y curricular donde se han venido desarrollando grandes cambios a nivel curricular, y de políticas educativas por parte del estado en el ámbito de las TIC, con el fin de garantizar el acceso de la tecnología a las comunidades, concretado en la creación de instalaciones que prestaran tales servicios, como por ejemplo: los Centros Bolivarianos de Informática y 152 Arbitrado 1. Introducción