procesos evaluativos son manipulables, mejorables y por supuesto,
susceptibles de innovación con el fin de apuntar a mejores trayectorias
educativas que integran el acceso equitativo, la permanencia y el egreso
exitoso del alumnado.
Las ayudantías de investigación, tan cotizadas para alcanzar los
propósitos científicos y, tan difíciles de costear en los modelos de investigación
científica disciplinar, en los GIE resulta de natural presencia, pues son los
propios estudiantes los que mediante mecanismos de investigación-acción se
presentan como corresponsables de la intervención educativa, así, ya no se
cuenta con un solo ayudante sino con todo un equipo llamado -aula- que busca
desde su accionar innovador alcanzar los resultados más propicios, lo que
luego se verá revelado en la estadística de apropiación de aprendizajes, tasas
de inserción, de retención y graduación, según corresponda.
La tendencia natural en una investigación es la de alcanzar los
resultados esperados, comprobando para ello, las tesis propuestas; en el caso
de los GIE, sus resultados no solo favorecen el ejercicio investigativo del grupo
al permitir que sus líneas de intervención sean perdurables en el tiempo, sino
que favorecen a la institución educativa como tal. Consideremos los procesos
de evaluación y acreditación a las IES, más de un indicador de calidad, sea
cual fuere el modelo aplicado, toma en consideración temas de acceso,
retención y titulación; por lo señalado, la promoción de los GIE genera pactos
colectivos áulicos, cuyos beneficiarios son estudiantes, docentes e
instituciones.
Aún es habitual encontrar en las universidades, a aquellos docentes que
trabajan en solitario su acción pedagógica, por lo general, este tipo de
catedráticos consideran que dicha fórmula les es oportuna, principalmente
para proteger sus recursos didácticos que nadie cuestiona, y que les habrá
tomado mucho tiempo elaborar, sin embargo, también es común que aquellos
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Editorial
diamante curricular: contenidos, objetivos, métodos, secuencias, recursos,