docente-estudiante y hacen referencia a valores y creencias sociales y
culturales. Para Azúa (2016), citado por Azúa, Saavedra y Lillo (2019), las
prácticas sexistas y discriminatorias hacia las niñas:
[…] Se reproduce en la Escuela a través de las prácticas y del
currículo –explícito, oculto y nulo– y, también, en las relaciones
que al interior de ella se producen, y comprende […] discursos
y prácticas que reflejan las desigualdades y violencias que la
sociedad evidencia […] (pág. 71).
1.3. Educación Intercultural bilingüe: de la participación al aislamiento
Desde la perspectiva de Rosado (2019), la interculturalidad en el aula
escolar: “incluye la diversidad de las sociedades postmodernas con el
propósito de implementar una educación que luche por erradicar las
desigualdades sociales y culturales en las aulas” (pág. 168); la educación
intercultural deviene en un principio de la educación inclusiva entendida como
aquella que promueve la educación y la interacción de todas las diferencias
dentro del aula.
Al analizar los procesos de educación intercultural bilingüe en Ecuador,
Oviedo (2017), explica que: “la dominación de población indígena surgió hace
más de 500 años, pero el inicio de la misma marcó el inicio de la resistencia
de los pueblos originarios, a la lucha por sus derechos” (pág. 2). En este
contexto, la educación en la propia lengua y el fortalecimiento de la
interculturalidad como estrategia de diálogo con el otro diferente fue una
constante en las luchas y planteamiento de los pueblos indígenas desde
mediados del Siglo XX. El posicionamiento de pueblos y nacionalidades
indígenas, a partir de un proyecto de país intercultural, originó que en el año
1989 el Estado ecuatoriano reconozca a la Educación Intercultural Bilingüe
(EIB) como derecho de los pueblos y nacionalidades bajo el liderazgo y gestión
de las organizaciones indígenas, pero asentada en las formas y estructuras de
134
Arbitrado
actitudes, comportamientos y prácticas que se transmiten en la interacción