En la actualidad las teorías vinculadas al estrés han cobrado auge en la
gerencia integral del siglo XXI, la cual es estimulada por contextos angustiosos
que producen perturbaciones psicológicas y psicosomáticas que son nocivas
al ser humano, asimismo una persona estresada confronta escenarios
externos amenazantes o desafiantes, las cuales resultan difíciles de
sobreponer, asimismo perturban el equilibrio emocional entorpeciendo su
desempeño ya sea personal o laboral. De la misma perspectiva,
Schwartzmann (2004), señala:
El estrés es un efecto que se origina al reaccionar ante ciertos
eventos, donde el cortisol que es la hormona del estrés actúa
en el cuerpo produciendo un entorno arduo con
encauzamiento, fuerza y astucia, todo este se conoce como
respuesta al estrés (págs. 174-184).
Por tal esbozo, el eustrés o estrés positivo es necesario porque es un
indicativo que motiva al ser humano al logro sin exceder en actividades ya que
puede ser perjudicial y causar problemas cuando se exagera, lo perjudicial es
de gran preocupación afectando el rendimiento y el nivel de producción tanto
en los empleados como en la organización. En este sentido, Ivancevich,
Konopaske y Matteson (2006): consideran el estrés profesional como una
“respuesta
adaptativa
moderada
por
las
diferencias
individuales,
consecuencia de cualquier acción, situación o suceso, que impone exigencias
especiales a una persona” (pág. 58).
Si el clima organizacional es tanto placentero como seductor se alcanza
el bienestar del talento humano, esta sinergia es una simbiosis para el logro
de efectividad y productividad. Cabe enfatizar, que la higiene y seguridad
laboral es necesaria integrarla al sitio laboral porque la salud física mejora las
condiciones externas del organismo humano, cuando esto ocurre el clima
organizacional se transforma en saludable optimizando positivamente el
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Arbitrado
1. Introducción