Revista Scientific Volumen 4 / Edición Especial - Septiembre 2019 | Page 89

Por lo tanto, la correlación entre los puestos de responsabilidad y la desigualdad de género aumenta si las mujeres quieren avanzar en su carrera. El 57% de las mujeres con cargos directivos senior indica que no consiguieron un ascenso porque eligieron a un compañero del sexo opuesto. En cambio, entre las mujeres con puestos junior este porcentaje fue del 37%. Además, Mujica (2018), señaló en su estudio: “…que aunque la brecha salarial de género se redujo del 20% al 15% entre 2005 y 2015, los sueldos de las mujeres continúan siendo más bajos” (pág. 1). Un análisis hecho a 422 hombres mayores de 18 años de todo el territorio de Chile, reveló que el 73% de los hombres dice que no hay discriminación de género en su trabajo, en su contraparte, el 74% de los encuestados cree que hay una desigualdad en los salarios entre géneros. Asimismo, Sepúlveda y Solar (2016), revelaron que: “sólo el 25% cree que se trata de un tema relevante en la agenda pública. Más importantes o urgentes son, dicen, las pensiones (84%) la educación (83%), o el mejoramiento de la salud (68%) y de la seguridad (68%)” (pág. 1). Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas en Encuesta Suplementaria de Ingresos, a fines del año 2011, citado por Lara (2014): La brecha salarial entre hombres y mujeres promedio era de 32,8%, pero subía a 35,4% entre los trabajadores con educaciones universitaria y al 38,2% en aquellos con educación secundaria. El sueldo promedio de hombres es de 417.900 pesos mensuales y el de las mujeres es de 280.900 pesos mensuales (pág. 1). Por otra parte, el Informe de Resultados de la Encuesta Laboral (ENCLA, 2014): se encontró un total de 24.870 empresas feminizadas (aquella empresa cuya composición laboral corresponde a mujeres en un 50% o más) 88 Arbitrado 58% en el de las mujeres que forman parte de consejos directivos (pág. 1).