Revista Scientific Volumen 4 / Edición Especial - Septiembre 2019 | Page 180

De esta manera, se deben generar cambios y transformaciones profundas dentro de las instituciones universitarias donde se activen el proceso de construcción y consolidación de nuevas estructuras profesionales que trasciendan el ámbito meramente reivindicativo, en donde esa transformación tenga una alta significación social que atienda las necesidades y de respuestas pertinentes a esa sociedad, generando propuestas y aportes que favorezcan el desarrollo de actitudes y valores. Asimismo, se debe subsumir esa triada estado-universidad-sociedad donde el estado debe atender y reconocer la universidad en su papel protagónico creadora de conciencia ciudadana y profesionales comprometidos, a través de acciones coherentes que despierten el nivel de conciencia, voluntad de cambio y compromiso de los que hacemos vida activa dentro de estas instituciones. Es nuestra responsabilidad revisar lo que estamos haciendo en la cotidianidad para generar consensos revitalizando el pensamiento crítico e innovador. Finalmente, la sociedad del conocimiento encauzada por la tecnología induce a las sociedades contemporáneas cuestionando el crecimiento tecnológico TIC`s, así como el consumismo y comunicación humana de hoy. Hace fuerte críticas al sistema capitalista y sobre todo a las carencias intelectuales y debilidades de la cultura y educación actual. En esta sociedad del conocimiento figura una sociedad distinta porque profundiza sus raíces no sólo en la información descomunal sino en el cambio radical igualitario de los pueblos, no propone los clichés del dato sino la transformación del dato y de hombre que lo padece, plantea armonía y la socialización frente al solipsismo individual de los pueblos o entidades humanas, no idiotiza a la persona humana más bien la libera y la hace autónoma y capaz de vivir en bienestar. En fin, esta transformación pasa por la implantación de ética-política 179 Arbitrado dentro del campo laboral y cotidiano.