Por otra parte, la Conferencia de Estocolmo acerca del Ambiente
Humano, citado por Rosales (2010): expone que “un programa educativo
internacional de enseñanza interdisciplinaria escolar y extra escolar sobre el
medio ambiente, que cubra todos los grados de enseñanza y que vaya dirigido
a todos” (pág. 5). Por consiguiente, los programas educativos a nivel mundial
hacen énfasis en la instrucción de varias disciplinas en el ámbito escolar y
extra escolar relacionado con el ambiente. La misma debe estar fundamentada
en el desarrollo cognitivo, pensamientos, cualidades, capacidades, integración
y la capacidad para asumir la evaluación permitente de en la resolución de los
problemas ambientales. Del mismo modo, la Declaración de Tbilisi, citado por
Zabala y García (2008), plantean:
En el año de 1977 la UNESCO y el PNUMA convocan en la
ciudad de Tbilisi (Georgia), la I Conferencia Internacional sobre
Educación Ambiental. En ella se logra un acuerdo de incorporar
la educación ambiental a los planes políticos de todas las
naciones, en donde prevalezca una pedagogía de acción y
para la acción basada en la preparación del individuo que
permita comprender mejor los principales problemas del
mundo… (pág. 216).
Interpretando a los autores, la UNESCO y el PNUMA celebran en la
ciudad de Georgia la primera Conferencia Internacional sobre la educación
ambiental, en la cual se acuerda agregar a la misma a los todos los planes
políticos de las naciones; haciendo énfasis en una pedagogía accionada a la
formación integral de las personas en la búsqueda de la comprensión, análisis,
interpretación, reflexión, crítica de los problemas ambientales que se
encuentran en un contexto, tanto comunitario como escolar, con miras a
fortalecer la calidad de vida y bienestar de los ciudadanos y ciudadanas.
Por su parte, Gabaldón, citado por Requena (2018): señala que la
educación ambiental consiste en “la identificación de los problemas
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Arbitrado
y sustentable.