El hombre desde su génesis ha mantenido una relación directa con el
ambiente, de acuerdos a las necesidades e intereses del mismo, pero dichas
necesidades han cambiado de acuerdo con el desarrollo de la sociedad y la
tecnología. Es por lo que, en el siglo XX se han producido grandes cambios y
transformaciones incidiendo directamente en el comportamiento humano, el
deterioro ambiental, explotación de los recursos naturales, entre otros efectos
provocados al ambiente. Esto ha ocasionado, en la actualidad, gran
preocupación a nivel mundial, en cuanto a la sostenibilidad de vida en el
planeta tierra.
Salas (2010a), indica:
El agravamiento progresivo de los problemas ambientales a
nivel internacional surge en el día de como de los fenómenos
más graves que afronta la humanidad, el hombre con la
relación con el ambiente ha acelerado y alterado el equilibrio
de la naturaleza, desestabilizado las leyes que han gobernado
por mucho tiempo al planeta (pág. 88).
Interpretando al autor, los problemas ambientales se han intensificado
a nivel mundial, ocasionando severos daños a la interacción del individuo con
el ambiente e interrumpiendo la armonía con cada uno de los componentes
que se encuentran en la naturaleza para la existencia y convivencia. De esta
manera, señala Leff (2002): que “la crisis ambiental es la crisis de nuestro
tiempo. No es una catástrofe ecológica resultante de la evolución de la
naturaleza, sino producida por el pensamiento con el que hemos construido y
destruido nuestro mundo” (pág. 1). En otras palabras, la crisis ambiental
permanece en el tiempo y específicamente está referido a complicaciones de
análisis, interpretación y pensamiento de los individuos en función de generar
cambios de actitudes positivas hacia la conservación y calidad del ambiente.
Por otra parte, la calidad ambiental es uno de los grandes anhelos del
hombre, razón por la cual la contaminación es uno de los problemas más
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Arbitrado
1. Introducción