Revista Scientific Volumen 3 / Nº 9 - Agosto-Octubre 2018 | Page 51

En este orden de ideas, es fundamental considerar que no se puede dar lo que no se tiene; es decir, un Tutor no puede desarrollar competencias investigativas en los estudiantes, si él mismo no las posee. Además, que dichas competencias investigativas vienen a ser la base para desarrollar competencias tutoriales, las cuales permite el cumplimiento de uno de los requisitos básicos establecidos por el CNU (1993): para autorizar el funcionamiento de los Programas de Postgrado como es “…disponer de personal de planta suficiente y con la formación adecuada para asegurar…la dirección de trabajos de grado o tesis doctorales…” (Numeral 5). Esta formación implica que el Tutor debe contar con un conjunto de competencias tutoriales que le permitan satisfacer las demandas planteadas, especialmente una adecuada orientación al estudiante o tutorado en relación con la elaboración de su Trabajo de Grado. Dichas competencias, esencialmente, se forjan en la orientación que se les brinda a los estudiantes para la producción de los textos académicos requeridos en este proceso de formación como investigador novel (artículos científicos, Proyectos de Trabajo de Grado y Tesis Doctoral). Como refieren Cruz, Díaz y Abreu (2010): El trabajo tutorial en los estudios de posgrado resulta imprescindible para la formación de futuros investigadores, pues posee un alto potencial para revitalizar el saber, integrar redes de colaboración y posicionar nuevos líderes en la generación, innovación y transferencia del conocimiento. Sin embargo, la tarea de los tutores no resulta sencilla, pues se carece de 50 Arbitrado de tutores con experiencia, tanto en el ejercicio de la investigación, como en la supervisión y asesoramiento de trabajos de investigación realizados por terceros. En el caso de los programas de postgrado en Educación, ésta es una situación muy generalizada en todo el país, lo cual tiene dos consecuencias… a). la posibilidad de que se incremente el fenómeno TMT y/o b). que se lleguen a graduar estudiantes con una formación académica de muy dudosa calidad, particularmente en lo que respecta al desarrollo de las competencias como investigador (págs. 39-40).