En este orden de ideas, es fundamental considerar que no se puede dar
lo que no se tiene; es decir, un Tutor no puede desarrollar competencias
investigativas en los estudiantes, si él mismo no las posee. Además, que
dichas competencias investigativas vienen a ser la base para desarrollar
competencias tutoriales, las cuales permite el cumplimiento de uno de los
requisitos básicos establecidos por el CNU (1993): para autorizar el
funcionamiento de los Programas de Postgrado como es “…disponer de
personal de planta suficiente y con la formación adecuada para asegurar…la
dirección de trabajos de grado o tesis doctorales…” (Numeral 5).
Esta formación implica que el Tutor debe contar con un conjunto de
competencias tutoriales que le permitan satisfacer las demandas planteadas,
especialmente una adecuada orientación al estudiante o tutorado en relación
con la elaboración de su Trabajo de Grado. Dichas competencias,
esencialmente, se forjan en la orientación que se les brinda a los estudiantes
para la producción de los textos académicos requeridos en este proceso de
formación como investigador novel (artículos científicos, Proyectos de Trabajo
de Grado y Tesis Doctoral). Como refieren Cruz, Díaz y Abreu (2010):
El trabajo tutorial en los estudios de posgrado resulta
imprescindible para la formación de futuros investigadores, pues
posee un alto potencial para revitalizar el saber, integrar redes de
colaboración y posicionar nuevos líderes en la generación,
innovación y transferencia del conocimiento. Sin embargo, la
tarea de los tutores no resulta sencilla, pues se carece de
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Arbitrado
de tutores con experiencia, tanto en el ejercicio de la
investigación, como en la supervisión y asesoramiento de
trabajos de investigación realizados por terceros. En el caso de
los programas de postgrado en Educación, ésta es una
situación muy generalizada en todo el país, lo cual tiene dos
consecuencias… a). la posibilidad de que se incremente el
fenómeno TMT y/o b). que se lleguen a graduar estudiantes
con una formación académica de muy dudosa calidad,
particularmente en lo que respecta al desarrollo de las
competencias como investigador (págs. 39-40).