Revista Scientific Volumen 3 / Nº 9 - Agosto-Octubre 2018 | Page 50

acción investigativa se presenta como un requisito imprescindible para el profesional que ejerza dicha función. Este aspecto específico es un elemento de relevante preocupación dentro de la gestión administrativa de los gerentes universitarios ya que ubicar personal académico idóneo con este perfil trasciende a únicamente cumplir con el primer requisito (tener el título necesario para el nivel de postgrado en el que se espera trabajar); pues ser investigador requiere de una labor continuada y sistemática, es una condición adquirida con la práctica, es una actitud ante el entorno, una forma de vida que filtra su cosmovisión con base en esa dinámica: investigar. De allí que ser investigador, per se, es uno de los requisitos más difíciles de encontrar en los Tutores, pero uno muy necesario para el desarrollo de óptimas competencias tutoriales. Esta serie de criterios para ser Tutor, representan un elemento normativo para el desarrollo de las actividades de postgrado. Pero una visión profunda sobre el tema apunta hacia un conjunto de competencias de tipo profesional y personal como elementos esenciales para un óptimo desempeño como Tutor. Al respecto, Díaz (2008): plantea que el Tutor constituye un factor determinante para el éxito o fracaso en la elaboración del Trabajo de Grado porque es el encargado de brindar al tutorado las orientaciones necesarias para desarrollar el proceso de investigación; de esto se deduce que la tutoría va más allá de un proceso meramente académico y requiere de un conjunto de competencias que permitan alcanzar el propósito estratégico para el cual se le contrata, que es coadyuvar en la elaboración del Trabajo de Grado. De igual manera resalta lo planteado por Ruiz (2006c), cuando señala que: La mayoría de las instituciones que desarrollan programas de postgrado enfrentan un problema... Se trata de la insuficiencia 49 Arbitrado conocimiento experiencia específicas al área de cada posgrado. Por tanto, la