Revista Scientific Volumen 3 / Nº 9 - Agosto-Octubre 2018 | Page 359

que conlleva a la reflexividad de la acción realizada, en base a la caracterización del elemento primordial de la praxis; la vocación. Por esta razón, los profesionales de enfermería tienen el reto y la capacidad fundamental de reestructurar administrativamente los sistemas de salud, por medio de la aplicación de principios praxiológicos y bajo el enfoque del cuidado humanizado. Sin embargo, es esencial que los profesionales de enfermería puedan realizar su praxis bajo modelos de cuidado que engloben la teoría, la práctica, las habilidades, las destrezas, la investigación constante y continua en cada área de desempeño, la reflexión continua sobre los planes de cuidado, los métodos y las formas de cuidar, las técnicas que incorporen el manejo del conocimiento real de los valores de la profesión y los del sujeto cuidado, además del desarrollo de competencias del convivir que interconecten el por qué cuidar y el para qué cuidar; en base a un cuidado humanizado. Es decir; la praxis de enfermería debe esforzarse en humanizar los cuidados sustancialmente. De acuerdo a lo antes planteado, es evidente que el profesional de enfermería posee una serie de herramientas que desde su formación se conjugan para realizar una praxis acorde con las exigencias y las transformaciones de los sistemas de salud del mundo, por tanto, la formación, la capacitación continua, la reflexividad e interreflexividad sobre el accionar de su practicidad debe ser sistemático, continuo y profundo, consciente de que su actuación e interacción en un ámbito sociocultural cambiante es determinante para ofrecer ayuda terapéutica, además de restaurar la salud y proteger la vida. Finalmente, es importante resaltar que la praxis de enfermería está ligada a la vocación, la axiología y los preceptos humanistas; y que es necesario la auto reflexión e interreflexividad para mejorar diariamente el 358 Arbitrado internalizar y comprender desde lo espiritual, la razón de ser de la enfermería,