reforzado constantemente con principios axiológicos y fundamentados en la
reflexividad de la acción ante la interacción ambiente, sociedad y praxis.
Significa entonces, que el profesional de enfermería tiene las
herramientas para realizar una praxis acorde con las exigencias y
transformaciones de los sistemas de salud del mundo, por tanto, la formación,
capacitación continua, la reflexividad e interreflexividad sobre la acción que
cada uno realiza, sin duda ayudará a internalizar, mejorar y profundizar la
actuación e interacción de su practicidad en un ámbito sociocultural cambiante.
En base a las consideraciones anteriores, a medida que los
profesionales de enfermería desempeñen sus funciones en forma óptima, la
sociedad se beneficiará de una atención basada en modelos de calidad y
excelencia propios de las políticas de estado consagradas en los textos
jurídicos de la República Bolivariana de Venezuela, en cuanto a la promoción
de salud y la recuperación de ésta, por medio de los cuidados humanos
fundamentados en competencias y en valores.
En ese mismo sentido se habla de la significación de las habilidades
profesionales desde el saber hacer y el saber convivir, donde se debe tener
en cuenta que ellas se convierten en el objeto de la profesión y del cuidado de
enfermería al individuo sano o enfermo en su relación reciproca con el medio
social en el cual se desenvuelve, tomando en cuenta las necesidades
humanas como base fundamental en esa interacción entre la praxis, la
sociedad y el ambiente.
2. Desarrollo
2.1. La vocación como esencia de la praxis de enfermería.
De acuerdo con Agrazal (2016), la esencia de ser enfermera(o) atrae a
una “fuerza inspiradora llamada vocación”, donde no solo se tiene un deseo
efusivo para el trabajo y el logro del bienestar de las demás personas, sino que
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Arbitrado
tipo social con relación a la conjugación praxis-sociedad y que debe ser