exigirles como los demás estudiantes y pasarlos al grado inmediato superior.
Por lo que, se cree que con estas acciones se están integrando al sistema
educativo regular.
Las personas con NEE no deben ser objetos de lastima, deben ser
tratado y respetados como todas las demás personas. Si aceptamos como
maestro su integración, asumirla como tal, creer en ellos, resaltar sus
potencialidades y tener la certeza que es un ser humano más en busca de
aprender, recibir y dar. La responsabilidad de un docente es impartir
conocimiento, conocer al grupo de estudiante, apoyarlos y no hacerlos sentir
seres fracasados.
Ahora bien, cuando de educación sexual se trata, es importante ir más
allá de lo académico, es ubicar al estudiante en su realidad, permitirle traer al
aula de clase sus conflictos o inquietudes sexuales, para que cada uno
enriquezca sus conocimientos a través de ellos y reflexionen al respecto, si el
maestro no se siente conocedor del tema, debe valerse de especialistas en el
área, ofrecer charlas con expertos en la materia y difundir terminologías
apropiadas al aula o grado; puesto que, los espacios educativos son los que
permiten realmente forman para la sexualidad.
Si los temas sexuales no se difunden a los adolescentes de manera
clara, precisa y concreta, los llevan a buscar relaciones sexuales a temprana
edad como inicio de su vida sexual activa. Exponiéndolos a enfermedades
sexuales y a embarazos a temprana edad. Anteriormente, el transitar a la
adolescencia era una etapa hermosa, única, apacible, con conflictos propios
de ella, donde los cambios físicos se desarrollaban en su mayoría con
normalidad. Hoy día se requiere dedicarle más comunicación y orientación.
Por lo que, la investigadora participe de escenarios educativos ha de
preguntarse: ¿Cómo se imparte la sexualidad en estudiantes que presentan
condiciones especiales? Mientras que el objetivo propuesto en esta
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Arbitrado
más fácil es darle actividades sencillas, permitirle hacer lo que deseen, no