Revista Scientific Volumen 3 / Nº 9 - Agosto-Octubre 2018 | Page 289

comenzado a discutir que los cetáceos son merecedores de derechos humanos, toda vez que poseen conciencia, lo que se creía un atributo exclusivo del humano, de allí que se vete su caza o cautividad. 9. Brindar afecto al animal Es importante que el animal que participa en terapias asistidas reciba afecto tanto del terapeuta como en la medida de las posibilidades del paciente y sus familiares. Este afecto que se expresa con caricias, mimos, lenguaje hablado y corporal, facilita el contacto con el paciente y hace que el clima de la terapia sea propicio para la sanación. Normalmente esta afinidad y complicidad entre el animal y el terapeuta van surgiendo espontáneamente, dado el trato e interacción continua. Sobre todo, gracias al animal que posee cualidades sanadoras y terapéuticas innatas, que produce en los humanos la necesidad de demostrarle amor. Como muestra de lo anterior, se ha expuesto que niños incapaces de mostrar empatía incluso hacia sus padres, por diversos motivos, logran demostrar su afecto hacia los animales de terapia, acostándose sobre ellos, abrazándoles y hasta acariciándoles. Se trata de uno de los beneficios más presentes en estas terapias, y que causa impresión y alegría en los padres y familiares, que por primera vez ven a su hijo demostrar afecto y empatía, transmitiendo así una sensación de sanación y sosiego también a los familiares del paciente, que crecen y sanan conforme avanzan las terapias. En pacientes agresivos, que se auto flagelan, se ha observado como el animal logra con su interacción cesar la conducta hostil del paciente, llevándolo a la calma. Los canes lo hacen abarcando al humano y lamiéndole, buscando que sienta su cercanía y calor, hasta que el paciente detiene la auto agresión y culmina por abrazarlo. Estos resultados son poco obtenidos por otro humano, por más amor que sienta hacia el paciente. 288 Arbitrado Ante la publicación de la referida Declaración de Conciencia se ha