Revista Scientific Volumen 3 / Nº 9 - Agosto-Octubre 2018 | Page 288

la jauría animalista de haber provocado aquel fatal desenlace, con un video supuestamente alterado y editado, destacando la noble labor social que se llevaba a cabo en aquel acuario de Mallorca, España. Ciertamente este trabajo no pretende aclarar los detalles de aquel fatídico siniestro ocurrido en el 2015, pero sí permite reflexionar, sobre las prácticas terapéuticas con delfines, surgiendo las siguientes interrogantes: ¿Cómo es el proceso de entrenamiento de los delfines?, ¿El reforzamiento y condicionamiento de los delfines conlleva castigos corporales?, ¿Son idóneas las condiciones de cautiverio del delfín en parques, acuarios y zoológicos?, ¿Existen estadísticas y reportes de las muertes del delfines en cautividad y sus causas?, ¿De existir estadísticas, cual es la incidencia de muertes de delfines por negligencia, impericia, enfermedad, estrés y otras implicaciones psicológicas?, ¿Es justificable el costo-beneficio, en relación a delfines en cautividad, versus beneficios de las terapias en humanos?. La documentación sobre el tema permite alertar sobre el grave daño ecológico que se causa con el cautiverio de delfines, cuya especie se encuentra cada vez más amenazada, lo que constituye un problema de afectación de la biodiversidad. Por otro lado, los efectos nocivos en delfines incluso nacidos en cautiverio son letales, de hecho, animalistas advierten que la memoria genética en animales salvajes no se pierde en una, ni 50 generaciones, se requieren siglos. De allí que, ni la aparente sonrisa de algunas especies de delfines puedan ocultar la depresión y tristeza que pueden vivir estos animales en cautividad. A este respecto, Low (2012): en la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia indicó que: “los seres humanos no son los únicos que poseen los sustratos neurológicos necesarios para generar conciencia. Animales no humanos, incluyendo todos los mamíferos y pájaros, y muchas otras criaturas, incluyendo los pulpos, también poseen estos sustratos neurológicos.” (pág. 3). 287 Arbitrado mientras que el otro grupo lamentaba el fallecimiento del humano y culpaba a