En función de las necesidades y características de los usuarios, existen
variados centros donde desarrollar la terapia asistida con animales. En este
sentido, se pueden encontrar en la literatura revisada diversas clasificaciones
sobre estos contextos. En este trabajo se tomarán las propuestas por Fine
(2003b), y Gunter (2002), citados por Maestre, (2015d, pág. 13), los cuales las
engloban de la siguiente manera: Centros para personas con trastornos del
desarrollo, Centros Educativos, Programas con animales para Servicios y
Programas Residenciales Basados en Instituciones, éstos se describirán a
continuación.
En cuanto a los Centros para personas con trastornos del desarrollo,
“se engloban actividades de toma de contacto físico, de la enseñanza de la
responsabilidad de autocuidado y del cuidado del animal, tareas de
estimulación y situaciones de ocio”. (Maestre, 2015e, pág. 13).
En los Centros Educativos, son múltiples las actividades que pueden
realizarse con compañía de animales, ya que “pueden enseñarse habilidades
cognitivas, ayudar a que los niños mejoren sus capacidades motoras,
utilizarlos para mejorar la lectura y el rendimiento académico, fomentar la
socialización, potenciando conductas prosociales y resolución de conflictos”.
(Maestre, 2015f, pág. 14).
Con respecto a los Programas con animales para Servicios, en estas
intervenciones “el animal que se utiliza por excelencia es un perro guía que
cumple unos criterios específicos para el tratamiento y ha sido entrenado
previamente para su cometido”. (Maestre, 2015g, pág. 14).
Por su parte, en los Programas Residenciales Basados en Instituciones,
estas intervenciones se ponen en práctica en centros donde se ofrecen
cuidados por largos períodos, como pueden ser residencias de personas
mayores, hospitales y centros penitenciarios.
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Arbitrado
4. Contextos de Aplicación