Revista Scientific Volumen 3 / Nº 9 - Agosto-Octubre 2018 | Page 265

En suma, la teoría critica, se posiciona en paralelo a la manera de teorizar que tradicionalmente se llevaba a cabo. Pues dichos autores consideraban que el contexto es fundamental en la ciencia, y no solo el fenómeno como tal. Con la teoría crítica se empleó una nueva visión de estudio con “cuya óptica analizaron con rara uniformidad la gran variedad de problemas teóricos, culturales y sociales que intentaron resolver” (Fraile, 1998a, pág. 106). La teoría crítica como epistemología educativa “intentó retomar una nueva vía que restablezca la auténtica dimensión de la racionalidad” (Fraile, 1998b, pág. 108). La cual no debía ser tecnificada o utilitaria, sino que por el contrario debía ser autónoma y emancipadora. En consecuencia, se considera que la teoría critica en definitiva es una crítica de la razón por parte de este movimiento, pues ellos consideraban que la razón había quedado instrumentalizada, “reducida a ser instrumento de ciertos fines que la desvían de su propio objeto del saber y la prostituyen, haciéndola servir a la dominación sobre los hombres” (Fraile, 1998c, pág. 108). Para los precursores de la teoría crítica, como Adorno y Horkheimer, la razón instrumentalizada acarrearía consigo un pensamiento oscuro e irregular, el iluminismo. Por ende, se propusieron definir a la razón como una <>, y el pensamiento ya no es oscuro, sino que es considerado polémico y crítico, capaz de analizar y refutar, quedando el conocimiento como una <>, “una imagen o copia de las cosas” (Fraile, 1998d, pág. 264 Arbitrado La teoría tradicional representa el tipo de teorización <> guiadas por los ideales de las ciencias naturales modernas y su prerrogativa de investigaciones <>. Los autores de la teoría crítica parten de la asunción de que tanto los objetos observados como los sujetos observadores de la ciencia están constituidos socialmente y, por lo tanto, deben ser analizados e interpretados dentro de su contexto histórico-social. (pág. 68).