Revista Scientific Volumen 3 / Nº 9 - Agosto-Octubre 2018 | Page 239

Desde lo señalado por las autoras, se trata de crear una cultura ambientalista que contribuya a valorar y conservar el espacio en el que se convive. En este sentido, se trata de ofrecer oportunidades de participación corresponsable donde los actores de la escuela y comunidad se conviertan en los propios autores del resguardo, cuidado y desarrollo de su ambiente. Pues como señalan Dieleman y Juárez (2008): se trata de asumir medidas adecuadas que lleven a la implicación decidida de todos los actores de la sociedad para fortalecer una conciencia ambientalista, que forme hacia una nueva forma de relación del hombre-mujer hacia el resto de la naturaleza. En este sentido, se requiere de una constante formación y educación, que como señala Navea (2018b): “debe partir desde la normativa de la moral que exige la responsabilidad por parte de todos los ciudadanos, en cuanto al cuidado del entorno natural, donde se procure el bienestar entre la sociedad y la naturaleza” (pág. 138). El interés está puesto en la conciencia, que lleve a la puesta en práctica de los conocimientos vayan adquiriendo en el proceso de formación para un desarrollo sustentable ambiental efectivo. 2.2. Desarrollo sustentable El desarrollo sustentable, para Gabaldón (2006): debe llevar a generar 238 Arbitrado la vez que le permite ser crítico, emitir juicios de valor y adoptar normas de comportamiento cónsonas con estos juicios; además, se entiende como la realización de un conjunto de actividades integradas en un proceso sistemático y permanente, desarrolladas a través de múltiples medios, dirigidas a promover cambios de comportamiento en todos los sectores de la población, que evidencian la adopción de nuevos valores orientados hacia la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente cuya finalidad última sea, mejorar en forma constante las condiciones de vida de las generaciones actuales y futuras. (pág. 36).