Revista Scientific Volumen 3 / Nº 9 - Agosto-Octubre 2018 | Page 193

La realidad de la complejidad dentro del mundo corporativo u organizacional ha transformado la gestión de las empresas, donde lo humano pasa a ser una de las características prioritarias a considerar. Las organizaciones sociales o humanas se distinguen porque sus miembros conviven siguiendo una serie de normas positivas dirigidas a la consecución de los objetivos y otra serie de normas negativas que procuran establecer las reglas básicas de convivencia con el fin de preservar la propia existencia de la organización. Asimismo, esta confluencia de factores positivos y negativos originan una tendencia natural al desorden de las organizaciones humanas, y para asegurar su permanencia en el tiempo debe existir un cierto grado de sentimiento de pertenencia a la misma con exclusión de los que no son miembros; es así, que el orgullo de pertenencia a una organización es lo que hace que ésta no se diluya. De manera, que, para garantizar la buena salud de una organización humana, se requiere entre otras la existencia de una comunicación dialógica, efectiva, eficiente y eficaz, diseñada para impactar tanto a lo interno como a lo externo. De allí el interés de esta investigación de estudiar la comunicación dentro de la actuación que deben tener los líderes en estos tiempos de constantes cambios, pues van emergiendo distintos modelos de empresas para el siglo XXI, donde a decir de Martínez (2005): “subsistirán las organizaciones que efectivamente entiendan a la empresa como una organización de personas y sitúen a las personas en el corazón, centro -cuore, core- de la misma, como el activo más importante de la organización” (pág. 37); es decir, si se piensa y actúa así, entonces se estaría en presencia del liderazgo responsable ya que hacen el esfuerzo por impulsar una organización humana centrada en las personas, donde se sabe escuchar a la gente, toman en cuenta el peso o importancia de las personas en y para la empresa. 192 Arbitrado 1. Introducción