Para Rousseau el gobierno debe de gozar de buena salud o credibilidad
son prestados por un tiempo específico ya que cuando un gobierno dura
mucho tiende a corromperse y a usar técnicas y estrategias inescrupulosas
para seguir ostentando el poder. En ese sentido, el soberano se convierte en
un contralor de las políticas usadas por los hombres en función de gobierno.
Existen dos planteamientos relacionados de lo que es gobierno según
Rousseau: El primero relacionado con el ejercicio de la voluntad popular o del
soberano lo que traduce a gobierno legítimo y la segunda de que la suprema
administración se debe solo a un mandato del soberano.
2.4. Rousseau y su visión sobre la división de los gobiernos.
Rousseau condena el poder político en manos de un solo hombre. Al
respecto, Rousseau (1959h), señala: “cuando el gobierno se encuentra en
manos de un solo hombre, la fusión de la voluntad popular y la general es
perfecta, y por consiguiente esta alcanza mayor grado de intensidad posible”
(pág. 897). Es decir, cuando una sola persona se afianza en la función de
gobierno se da cabida a luchas o rebeliones de los ciudadanos ya que estos
solo quieren un bien común que es el de la participación social en los asuntos
referentes a su nación.
Por su parte, Rousseau como estudioso de las ciencias políticas e
inspirado en las ideas de Sócrates, Platón, Aristóteles, Montesquieu, Voltaire,
entre otros , realiza un análisis histórico de los gobiernos que han existido a lo
largo de la historia. Todo esto lo lleva efectuar una clasificación de la división
de los gobiernos de la siguiente forma: Democracia, aristocracia y monarquía.
En primer lugar, la democracia es para Rousseau la participación del
pueblo en cuanto a la elección directa de sus representantes en el gobierno o
lo que es lo mismo su libre autodeterminación en los asuntos de su país. En el
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dentro del pueblo eso le hace más fácil la gobernabilidad. Los gobernantes