planteamiento Rousseau (1959f), expresa: “El pueblo jamás se corrompe, pero
866). De acuerdo con el autor, el soberano también tiene debilidades ya que
por su naturaleza de hombre ve frustradas sus aspiraciones por políticos
inescrupulosos lo que lo conllevan a tomar acciones como la rebeldía y
desobediencia. También cabe destacar que el soberano se frustra cuando el
pacto social se rompe.
2.3. El Estado desde la visión de Rousseau
Con respeto al Estado, Rousseau lo definió como una persona que tiene
que tener moral y que hace vida con sus semejantes. Esto conlleva a la unión
de sus miembros. En la conformación del Estado participan varios factores
sociales, en él debe existir un pacto social que regularice la convivencia entre
los ciudadanos. De ese modo, lo conforman los individuos y los mismos se
nutren de la tierra.
Cabe destacar, que Rousseau plantea un Estado que sea gobernable y
para cumplir ese objetivo este no debe ser ni muy grande o muy pequeño. En
este sentido, el primero de estos exige muchos recursos económicos y
también un elevado número de hombres al servicio del Estado para poder
contener las revueltas o rebeliones. También es indispensable contratar mano
de obra con salarios elevados para los asuntos de gobierno. En consecuencia,
un Estado gigante en extensiones territoriales se mantiene solo con el recargo
de los impuestos al pueblo lo que genera decadencia en su calidad de vida.
Por el contrario, un Estado pequeño es difícil de sostenerse por los
pocos recursos económicos o humanos que este tenga, pero a la vez tiene la
ventaja que la población tiene muchas cosas en común lo que hace que exista
un sentido de pertenencia y amor por la nación. Sumado a lo expuesto,
Rousseau (1959g), dice:
Mil razones demuestran que este principio. Primeramente, la
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a menudo se le engaña, y es entonces cuando parece querer el mal”. (pág.