Revista Scientific Volumen 3 / Nº 8 - Mayo-Julio 2018 | Page 28

ciudadano está en la obligación de participar en la elaboración y construcción planteamientos a los legisladores. Sumado a lo expuesto, Rousseau (1959e), indica: “Puesto que las leyes emanan de la voluntad general, ni el príncipe está por encima de ellas, toda vez que es miembro del estado” (pág. 874). Es decir, las leyes tienen el propósito de establecer el orden social. En ese sentido, las monarquías el alto clero, las cúpulas militares, políticas o económicas no pueden estar exceptas de cumplir con lo que establece la ley. De acuerdo con el autor, consideró al soberano como un cuerpo capaz de generar propuestas para transformar el estado monárquico en un Estado social más justo. Visto de esa forma Zarka (2005a), manifiesta: “El pensamiento de Rousseau constituye un giro en la medida misma en la que funda un nuevo concepto de soberanía del pueblo que va a ocupar el centro de la reflexión política hasta nuestros días” (pág. 2). Dicho de otro modo, las ideas de Rousseau fueron de gran impacto en las revoluciones de los siglos XVIII, XIX, XX. Asimismo, Rousseau planteaba que el poder del soberano es inalienable e indivisible. Por lo tanto, no se puede negociar con el pueblo asuntos que vayan en su contra como los aspectos siguientes: el derecho de ser libre, expresar sus ideas políticas, religiosas y de decidir en todo lo que tiene que ver con el destino de la sociedad. Criticó a los políticos de la época por considerar al soberano un cuerpo sin principios y sin formación para generar ideas, debates y propuestas. De igual forma, planteaba que la fuerza y la voluntad estaban expresadas en los poderes legislativos y ejecutivo respectivamente. Lo que se traducía en impuesto y guerra algo que atentaba contra el soberano. De igual forma, consideró que el soberano es un cuerpo recto en su proceder ya que generalmente quiere el bien común. Siguiendo el 27 Artículo de leyes de manera directa e indirecta una de ellas es haciéndole