formativo sino también por su aporte en su sano desarrollo de la personalidad.
Según un estudio citado por Matos (1998b) y realizado por Séller en 1990,
entre las ventajas más significativas de la música está el desarrollo del aspecto
intelectual, socio afectivo, psicomotor, de crecimiento personal y formación de
hábitos; definitivamente es una herramienta que ofrece muchos recursos y
aplicaciones para la formación en valores en la educación básica.
En el aspecto intelectual, la misma Séller considera que la música
desarrolla una relación apropiada con el propio organismo (autoestima),
permite la improvisación de respuestas creativas a situaciones imprevistas;
favorece
la
atención,
observación,
concentración,
memorización,
experimentación, el conocimiento y percepción de conceptos globales como
tiempo, espacio, y parciales como alto-bajo, suave-fuerte, claro-oscuro, gordo-
flaco, largo-corto, el lenguaje y desarrollo del cálculo, la agilidad mental y la
creatividad, permite evaluar resultados mide capacidades, ayuda al
conocimiento de sí mismo, enseña a pensar.
En la formación en valores, la música sirve como indicador de las
capacidades creativas del estudiante y seguridad en sí mismo. Puesto que la
misma cumple una función muy importante en el desarrollo socio-efectivo del
niño al enseñar a diferenciar roles y definir responsabilidades, lo capacita para
una mayor y mejor participación en el aula, en la relación con los compañeros
y hasta con los mismos adultos al compartir o interactuar con ellos a través de
juegos y actividades musicales (canto y ejecución instrumental), dirigidas
fundamentalmente a ejercitar destrezas.
La música le produce al estudiante placer y satisfacción, despierta su
observación y aceptación de todo cuanto lo rodea; le permite seguridad al
desplazarse y ubicarse en el tiempo y en el espacio. Le facilita la integración
grupal al compartir cantando y tocando los instrumentos con los compañeros,
lo que refuerza, a su vez, la noción de trabajo cooperativo y otros indicadores
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Artículo Arbitrado
pedagógico, enriquece la formación integral del niño, no solo por su aspecto