Revista Scientific Volumen 3 / Nº 7 - Febrero-Abril 2018 | Page 403

tanto uno como el otro ha tratado de abarcarse de manera trivial y por separado. El discurso literario se ha estudiado, como ese arte que embellece y da color a ciertos hechos, pero no nos hemos dado cuenta de que la cultura que conforma al hombre tiene que ver con la palabra y con el tiempo, tal como lo dice Hernández (1998), la palabra (poesía) y tiempo (Historia) afianzan al individuo en un entorno representativo. Entonces, no es nuevo para nosotros que la esencia misma del hombre está en sus vivencias, sus hazañas, en lo que nombra y en lo que imagina. Sin embargo, en la evolución de estos discursos se genera una ruptura al pretender, generalmente la historia escolarizada, estudiar al hombre únicamente en su contexto social; considerando a la sociedad como un cuerpo orgánico sometido por leyes, procesos, cambios y explicaciones. Este divorcio entre lo literario y lo histórico se produce a partir de las diferencias que se han planteado anteriormente entre ambos discursos. La Historia no puede establecerse como oposición a la Literatura, puesto que el historiador acude necesariamente la Literatura, como soporte de apoyo a sus consideraciones. Se concibe el arte como la expresión inmediata del sentimiento y, por lo tanto, de la concreta individualidad del artista. El sentimiento define a los individuos, mientras que la razón es común a todos los hombres; por esto la Literatura y la razón son representantes de la Poesía e Historia. La Literatura, es el conocimiento del mundo a través de sus lenguajes, altera y amplía la razón dominadora de la ciencia y pone al hombre, sobre sus realidades, al frente de las distintas lógicas enriquecedoras del sentido. Mientras que la historia escolar construye un discurso monovalente desde el hecho y el documento. La Literatura amplifica su cobertura en el mundo de los sentidos. Esto indica cómo debe ser diferente la pedagogía y la didáctica para la enseñanza de ambos saberes y no pueden ser orientadas de la misma manera. 402 Arbitrado estos han estado muy por debajo de la mirada de los estudiosos, puesto que,