Revista Scientific Volumen 3 / Nº 7 - Febrero-Abril 2018 | Page 398

sean las fuentes documentales que ciertamente el historiador utiliza poniendo de esta manera en contacto a la Historia con la Literatura, es por ello que éstas se cruzan para dar así un cuadro anecdótico y simbólico del individuo y el colectivo, que acciona en una época, en un tiempo que transcurre y logra inmortalizarse por su carácter convincente y revelador. En la educación del individuo se divisan ambas caras de la moneda: la cruda o fuerte realidad y la ornamenta histórica escolarizada disfrazada de verdades, alejada en gran parte del contexto realista de los hechos. El intérprete de cada una de estas visiones es responsable de lo que de un momento en adelante se sacará a la luz pública y complementará la vida de los individuos que luchan por una educación digna y confiable; en otras palabras, es el docente quien tiene en sus manos el propagar la epidemia o el entregar un antídoto para el veneno de la falsificación, que viene extendiéndose a lo largo de los años, situación que ha sido compartida y amparada por la escuela venezolana. En este sentido, las reflexiones que se llevan a cabo tienen la intención de proponer una lectura alternativa de la historia, superadora de la univocidad centralizada de los hechos que en la actualidad se muestran como paradigma en la Escuela Venezolana. Por ello, el propósito fundamental de este ensayo nace a partir de la desconexión parcial, planteada inicialmente entre los conceptos propuestos. En este caso, la poesía se presenta como un ámbito que propicia la producción de otros discursos. Se pretende analizar ambas manifestaciones del lenguaje con el propósito de lograr establecer la conexión entre ellos y tomarlos como estrategia para el fundamento cognoscitivo y experiencial del estudiante como individuo. Este análisis incluye dos textos de dos escritores latinoamericanos. El primero es un escritor chileno, Pablo Neruda con su libro Canto General (1950a) y el segundo venezolano, Ramón Palomares con su libro Santiago de 397 Arbitrado temporal determinado; éstos pueden conocerse mediante cualesquiera que