dominio de informaciones y destrezas que debe poseer el docente, teniendo
presente que esta articulación implica un proceso de nuevos consensos,
compromisos y responsabilidades.
Estos cambios se están generando a nivel de la educación, en todos los
ámbitos son retos para el docente, quien debe lograr una educación de
calidad, y preocuparse por la actualización para enfrentar los desafíos que se
presentan en la sociedad con una economía globalizada y la competencia
internacional de los diferentes espacios del quehacer educativo. Desde esta
perspectiva Montenegro (2003), define el desempeño docente como “el
desempeño de sus funciones; ésta se halla determinado por actores asociados
al propio docente, al estudiante y al entorno” (pág. 18).
Ante tales consideraciones, se reflexiona sobre los diferentes actores
que determinan la labor docente los cuales son: su formación profesional, sus
condiciones de salud y el grado de motivación y compromiso por su labor. La
parte profesional abarca la planificación organizada y la evaluación constante,
por lo tanto, mientras mayor calidad tenga de preparación, la eficiencia será
en un grado más elevado. Asimismo, un docente que goce de buena salud
tendrá mayor posibilidad de ejercer sus funciones a cabalidad, con
satisfacción; y la motivación va a depender del incentivo que tenga para llevar
a cabo la labor en la cual se desenvuelve.
Por otro lado, el docente es considerado por Díaz y Hernández (2001),
“como una persona encargada de conducir el proceso educativo” (pág. 23). De
manera que, es el profesor el responsable de la gestión educativa, para lo cual
debe responder a funciones específicas, tomando en consideración que debe
cumplir distintos roles en la práctica del ejercicio pedagógico dichos roles son
fundamentales a la hora de programar las competencias eficaces en la
enseñanza.
La Educación ha sido a nivel mundial un tema central por el cual se han
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Arbitrado
la necesidad de buscar nuevas articulaciones, la cual va referida al grado de