construir desde su acto de valoración de sí mismo y al otro durante el proceso
interactivo, dentro y fuera de los espacios educativos. Se trata, como señala
Cadenas (2017b), fortalecer valores que le permitan al estudiantado aprender
a convivir y compartir con armonía, e interactuar afectivamente en los
diferentes espacios en que se desenvuelven.
En este sentido, se trata de fortalecer espacios de participación e
integración de los actores que hacen vida en las aulas de clase, donde se
fomenten valores, que como señalan Rondón, Peña y Terán (2017), unos
valores sociales impregnados desde una desde una postura humanista, que
lleve a los ciudadanos actuar corresponsablemente en el proceso de formación
de los estudiantes. Que les permita interactuar de forma armónica donde
prevalezcan los valores ante que los calificativos que menosprecien a sus
compañeros de clase, donde convivan con respeto y solidaridad.
3. Senda Metodológica
Ante el objetivo planteado y conociendo las bondades que ofrece el
método etnográfico, que según Goetz y Le Compte (1988a), permite describir
lo que sucede en grupos intactos, los investigadores abordaron el espacio de
aprendizaje de 38 alumnos para adquirir detalles necesarios que le permitieran
describir los hechos tales como estaban sucediendo y develar lo que
realmente sucedía en el escenario de aprendizaje.
De acuerdo con Goetz y Le Compte (1988b), el método etnográfico,
permite la descripción holista de la interacción natural de un grupo en un
período de tiempo, que representa fielmente las visiones y significados de los
participantes. Asimismo, Martínez (1998a); Rodríguez, Gíl y García (1999a),
indican que las aulas por ser escenarios pequeños y en donde acontecen
situaciones necesarias de profundizar, favorecen la aplicación de la
investigación.
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Arbitrado
y coherente, donde se lleve al estudiantado a vivenciar valores que le permita