como para Guevara (2011b), este tipo de interacción favorece el trabajo entre
pares, a la vez que se produce una influencia educativa importante y
enriquecedora de los procesos de construcción de conocimientos. De igual
manera, durante el proceso de interacción social entre los estudiantes se
propician modos de actuar que los caracteriza y los lleva a manifestar valores
y contravalores que pueden beneficiar y/o afectar al estudiante.
De allí la necesidad que los docentes como gerentes del aula,
promuevan procesos interactivos, que como indica Jáuregui (2017), “generen
la mayor cantidad de oportunidades de participación e interacción para los
estudiantes, lograr el éxito en el alcance de las metas propuestas”. (pág. 141).
Proceso en el que se establezcan relaciones interactivas, afectivas y efectivas
que beneficien el acto educativo y la formación de ciudadanos con valores y
fortalezas para actuar en correspondencia con las exigencias y cambios que
se gesten en el país.
2.2. Los valores sociales
Los valores sociales, de acuerdo con Bello (2004a), comienzan a
formarse en la práctica como un ejercicio individual, los cuales constituyen
para cada individuo un compromiso como alguien que actúa en una comunidad
de individuos, que desea resultados positivos en su crecimiento personal y su
dimensión social. Los valores sociales, según el Ministerio del Poder Popular
para la Educación (2007), indica que se forman en una comunidad específica,
en cada población y país, como fruto de un proceso de intercambio.
En este proceso de valoración o acto de valorar se hace necesaria la
presencia del sujeto como del objeto. Tal como señalan Matos y Pirela
(2004a), durante el acto de valoración pueden intervenir aspectos
cualificadores que inciden en la disposición del que enseña y el que aprende.
Asimismo, en los espacios educativos se vivencian valores sociales durante el
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Arbitrado
funciones y logística de las tareas en equipo. Para Bixio (2001b, pág. 22), así