A tal efecto, así como la tecnología ha resultado como un apoyo en los
avances tecnológicos, se busca que este apoyo sea trasladado a la formación
del ciudadano desde la escuela primaria, para así lograr mejorar ampliamente
el proceso educativo y buscar la organización del país al formar mejores
ciudadanos.
Al respecto, el docente debe reflexionar y entender que el uso de las
TIC en el ámbito educativo es un punto clave para mejorar significativamente
los resultados del proceso enseñanza aprendizaje y de formación integral del
estudiantado. Asimismo, tomar en cuenta lo planteado por Ausubel (citado en
Luján y Salas, 2009), en las teorías constructivistas y el desarrollo de
habilidades, que al implantar estas herramientas permitirán que tanto docentes
como estudiantes obtengan grandes beneficios de su uso.
Sin embargo, pese a la utilidad y uso de las tecnologías,
específicamente las redes sociales como medio para interactuar en la
sociedad, se ha evidenciado hoy día que, en los centros educativos, aunque
cuentan con las herramientas, como las denominadas canaimitas, se resisten
a la aplicación de las mismas en los programas para la formación del
Ciudadano. Según Hoyuelos (2006), haciendo referencia a ello, describe que
se observan en las aulas de clases de Educación Primaria que algunos
profesores ponen de manifiesto su apatía por la implementación de las
tecnologías actuales en la educación y han estructurado fuertes barreras
evitando el desarrollo de estas herramientas al interior de diferentes centros
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Arbitrado
que “la idea en la que se fundamenta la educación para la
ciudadanía es que la enseñanza debe contribuir a que las
personas tengan medios de interaccionar con la sociedad y
participar en la toma de decisiones que desembocan en
políticas sociales, culturales y económicas”. “El civismo no
puede limitarse a las cuestiones políticas. Es una reflexión
cotidiana sobre el consumo, las modalidades de transporte y
las conductas que se han de observar con respecto a los
conciudadanos” (pág. 4).