Revista Scientific Volumen 3 / Nº 7 - Febrero-Abril 2018 | Page 23

terceros interesados, bien sea a nivel empresarial, a nivel corporativo o a nivel del sector empresarial, según sea el caso (Krivstov, 2014c, pág. 31). El ambiente externo consta de tres dimensiones o patrones subyacentes identificados para evaluar y entender el concepto de ambiente externo de manera sistemática, denominadas Munificencia, Dinamismo y Complejidad (Njoroge, et al., 2016d, pág. 42). La munificencia se refiere a la escasez o abundancia de recursos disponibles en un entorno, y demandados por una o más empresas que operan en un mismo ambiente (Gathungu, Aiko y Machuki, 2014). El dinamismo alude a la naturaleza siempre cambiante del ambiente externo, lo cual puede transformar el propósito de la empresa y el entorno en el que opera (Machuki y Aosa, citado por Njoroge et al., 2016e, pág. 42) y se compone de numerosas variables tales como la velocidad en la que el entorno está cambiando (estable-turbulento) y predictibilidad (predecible-impredecible). Y la complejidad se evalúa a través del número de cuestiones que las organizaciones deben abordar en los diversos aspectos ambientales y si esas cuestiones son similares o diferentes entre sí (Njoroge et al., 2016f, pág. 42). 2.2. El Desempeño Financiero El Desempeño Financiero puede ser interpretado como la medida de qué tan bien la empresa logra sus objetivos financieros. Muchos investigadores insisten en que las medidas financieras son las más razonables para medir el desempeño de una empresa (Affes, 2016a, pág. 1). Los ingresos y las utilidades son variables importantes para medir el desempeño financiero de una empresa. Al contrastar la utilidad con los ingresos, los activos y el patrimonio de la empresa se obtienen las medidas de rentabilidad. Las medidas tradicionales de rentabilidad para comparar el desempeño financiero entre las empresas han sido el Retorno sobre la 22 Artículo Arbitrado subcontratistas, clientes, inversores, acreedores, competidores y demás