Revista Scientific Volumen 3 / Nº 7 - Febrero-Abril 2018 | Page 110

lograr ambientes sanos, armónicos, que sean capaces de convivir en paz, libres de violencia. Por esto, se alude lo expresado por Ferreira y Labate, (2013a): La decadencia de la sociedad actual urge un cambio de la educación hacia otros paradigmas de formación y acompañamiento en los aprendizajes de los niños y jóvenes que enfaticen el interior del ser humano y realmente generen individuos sanos física, mental y emocionalmente hablando, armónicos, pacíficos y competentes para desenvolverse en una sociedad productiva, tolerante, incluyente, sustentable y justa (pág. 9). En otras palabras, la aproximación a una educación basada en entornos virtuales deberá hacer más hincapié en responder a hipótesis sobre la educación del futuro sobre a ¿Qué tipo de hombre deseamos para años venideros? Aquí, es de inferir que ha de tomarse en cuenta el perfil de egreso y el futuro de la educación, pareciera simple, pero en realidad es demasiado complejo. Lo realmente interesante, es a juicio de Ferreira y Labate, (2013b), “tratar de contextualizar este espacio socioeducativo de la escuela dentro de un marco socio histórico en evolución dinámica y constante; es decir, los cambios de la humanidad y su relación con la tecnología y el conocimiento, a la luz de un lente ontológico diverso del ser humano individual” (pág. 10). Visto desde la perspectiva del autor, los nuevos avances tecnológicos se deben apoderar ontológicamente del ser humano porque el progreso como tal del campo de tecnología le hace a éste llegar a conocer y formarse en las dinámicas actuales para su incursión en entornos virtuales hasta ahora que pudieran ser desconocidos para él. Visto así desde el ámbito educativo, debemos sacudir nuestros pensamientos y ocuparnos en que la escuela no puede ni debe estar al margen 109 Arbitrado conforman la sociedad que hoy vivimos, sin demostrar poseer la capacidad de