Revista Scientific Volumen 3 / Nº 10 - Noviembre-Enero 2018-2019 | Page 351

Esto hace referencia a que está técnica de evaluación se ha extendido y ha mantenido su poder no sólo en el contexto educativo sino en otras ciencias humanas de conocimiento como la psiquiatría utilizándose como un mecanismo de dominación donde los poderosos dominan al impotente. De allí que, urge la necesidad de reconocer y comprender la evaluación como un proceso continuo, concebido como un momento de reflexión y crítica donde el aprendiz se constituya como sujeto ya que vista como caso contrario su efecto es la multiplicación de los lazos de sujeción y una práctica en el que el estudiante es tratado como una persona a la que se le aplican un conjunto de normas cuya finalidad es obtener información para hacer juicios de valor, a partir de criterios de eficiencia. Dentro de ese marco de referencia, existen sospechas de que la construcción de saberes muchas veces es el resultado de relaciones de poder, es decir, normas y disciplina como formas de estimular la producción por parte de los estudiantes y disposición para alcanzar los objetivos del curso. En este contexto, es conveniente destacar que se continúa haciendo lo expresado por Jaeger (1980): cuando señala, “la paideía es el proceso por el cual las generaciones adultas buscan formar en el sentido de dar forma en las más jóvenes el ideal de hombres que ellas mismas quisieron llegar a ser” (pág. 5). Pudiera entenderse que en este proceso, el docente es quien modela y el estudiante es la materia a la que se da forma; el docente es quien posee la verdad y la transmite al estudiante, le indica la norma a seguir porque tiene el control. Desde esta mirada, se limita la creatividad y la postura de los estudiantes ante el proceso educativo del cual es parte fundamental. Sin embargo, es preciso comprender que tiene lugar una asimetría, una donde el estudiante pretende construirse a sí mismo para enfrentar un futuro diverso e incierto y por el otro un docente que pretende defender su postura, su verdad en detrimento de la construcción de saberes coherentes con las 350 Arbitrado considerarse como técnicas de poder-saber” (pág. 35).