Revista Scientific Volumen 3 / Nº 10 - Noviembre-Enero 2018-2019 | Page 336

se argumenta que “los jóvenes se caracterizan por actuar en el terreno de la familiaridad y solidaridad en sus conversaciones habituales propias de su entorno educativo, lo que implica que su cultura sea identificada como una cultura propia de la cortesía positiva”. Las conversaciones cotidianas de los estudiantes universitarios se basan, en buena medida, en la imitación, por ejemplo, aumentar el volumen y timbre de voz, sonriendo a la vez, lo que ayuda que todos en el grupo se sienta cómodos, pero si el hablante asume una actitud más respetuosa y compasiva hacia el resto de sus compañeros, ejerce cierta influencia sobre ellos, obteniendo en acción recíproca la misma actitud hacia él. De acuerdo con Anzorena (2013:87), “cada conversación es un hecho único. Es el encuentro y el intercambio entre dos o más individuos”. En toda situación comunicacional de los estudiantes universitarios se establece un intercambio, una ida y una vuelta incesante de palabras, ademanes corporales, una interacción que establece un proceso de retroalimentación con palabras codificadas para el uso del grupo. Tal como lo señala este autor, los estudiantes universitarios en su jerga hablan, escuchan, observan y asignan sentido y significaciones a las palabras que forman parte de su lenguaje, tanto al verbal como al no verbal, así como al comportamiento del hablante en relación con el contexto y a la situación comunicacional generada entre ellos. Desde este punto de vista, la conversación se convierte entonces en una manera de comunicación de los estudiantes, estrechamente vinculada al contexto social en el que se genera. Conversar, desde este enfoque, es una manera de socializar entre ellos. Como forma de interacción social, los estudiantes buscan que sus conversaciones sean gratas, amenas, alegres para todo el grupo, por lo que echan mano a principios considerados socialmente válidos por el grupo sociocultural al que pertenecen, conducta válida que intenta facilitar el 335 Arbitrado En algunos estudios previos, como el realizado por García (2002:76),