antecedentemente en ninguna época de desarrollo de la humanidad. De
manera contundente, no podemos negar, que Internet ha establecido una red
global para que se enlacen los sujetos, y puedan comunicarse entre ellos y
para que puedan trabajar en la virtualidad. De hecho, no estaría mal reconocer
desde el principio según Cabero y Gisbert (2005):
La idea de comunidad ha sido una de las bases de
configuración de Internet desde sus comienzos …no podemos
olvidarnos que desde sus comienzos los científicos e
investigadores la han utilizado para compartir datos, realizar de
forma conjunta investigaciones y proyectos… (pág. 6).
Por esto, al ofrecer una definición de Comunidad Virtual, encontramos
un doble problema, primeramente, la propia enunciación del término
comunidad, y por otra con la referencia del término virtual. Respecto al término
comunidad, lo señala Baym (2002): es muy complejo de definir, “ya que tiene
connotaciones descriptivas, normativas e ideológicas y abarca tanto
dimensiones
materiales
como
simbólicas”
(pág.
55).
Es
decir,
al
conceptualizarlo no puede hacerse unívocamente hay que enfocarlo desde
diferentes configuraciones, que van desde la ideológica a la experta y técnica,
sin olvidarnos de sus relaciones religiosas.
Entretanto, lo que respecta a lo virtual suele inscribirse con
connotaciones de secundario, no real poco significativo. Así lo expone Lévy
(1999b): “en su uso corriente, el término virtual, se suele emplear para
expresar la ausencia pura y simple de existencia, presuponiendo la realidad
como una realización material, y una presencia tangible” (pág. 17).
Interpretando los supuestos, lo real estaría en el orden del yo como persona y
lo virtual a mi forma de entender también puede ser real porque hay sujetos
de por medio como el caso que nos compete de la Cibercultura.
Dentro de este orden de ideas, la educación virtual se ha creado de las
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Arbitrado
información y comunicación tienen figuración como no la habían alcanzado