Previo a dar inicio a los planteamientos de la transdisciplinariedad en el
área de la educación universitaria, es relevante analizar y reflexionar sobre las
definiciones de disciplina, interdisciplina, multidisciplina, transdisciplina, su
importancia, en el marco de globalización y la sociedad del conocimiento.
Para Morin (1992:7): la disciplina es una categoría de organización del
conocimiento científico, pues se encarga de la división y la especialización del
trabajo, además de dar respuesta a la diversidad de los dominios que arropan
la ciencia. Este autor agrega que la especialidad está comprendida por medio
de un conjunto científico más extenso, tiende por naturaleza hacia la
emancipación, la clarificación de sus fronteras, el lenguaje que la conforman,
las técnicas que debe construir o emplear, y esporádicamente por las teorías
que se vinculan a ella.
Como disciplina el ordenamiento del conocimiento se institucionalizó
durante el siglo XIX, específicamente con la creación de universidades que
luego se transformaron en las actuales instituciones de educación superior.
Luego, en el siglo XX se amplió con el apoyo e impulso a la investigación
científica; lo que indica que cada disciplina posee su propia historia: génesis,
institucionalización, evolución, difusión y divulgación del conocimiento en cada
una de ellas, entre otros aspectos.
Su desarrollo histórico se enmarca en la universidad que a su vez está
contenida en el devenir histórico de la sociedad, por ende, las disciplinas se
originan en el contexto de la sociología de las ciencias y de la sociología del
conocimiento, además de un proceso de análisis reflexivo interno sobre ella
misma, así como de un saber exterior; de allí que no es suficiente hallarse en
el interior de una de ellas para percibir y estar al tanto de toda la problemática
inherente a ella.
Por su parte, Ugas (2006a:89): señala que las disciplinas en sentido
estricto, “se justifican siempre que guarden un campo de visión que reconozca
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Arbitrado
1. Introducción