aguas residuales, permite involucrar las acciones que amenazan la vida en el
planeta, vinculada a los valores, la cultura, los derechos sociales, el género,
entre otros, como alternativa a la retórica de un nuevo discurso de
sustentabilidad en la praxis educativa, específicamente, insertándose la
perspectiva ambiental en el contexto escolar.
De allí que, el ciudadano ambiental, entendido como un patrón ético,
participativo, crítico, consciente, defensor de sus derechos y con proyecto
ambientales, así como a la participación ciudadana, entendida como
herramienta para rescatar y revalorizar los saberes subordinados y
explicitarlos, tratar de sustentar los valores por el respeto a la vida, el respeto
por el otro y sus bienes.
Por lo tanto, el tratamiento de las aguas residuales se manifiesta en el
diario quehacer de las acciones, en forma analizada, interpretada, reflexionada
y elaborada; generando un conocimiento práctico que no es más que un saber
cotidiano y colectivo; testificando que los seres humanos son constructores y
reconstructores de historias personales, colectivas, sociales y de las nociones
sobre el saber, las creencias verdaderas y justificadas.
A partir de las relaciones en los individuos y la naturaleza se dan lugar
acciones ambientales que pueden ser positivos o perjudiciales en función de
los resultados de los procesos dinámicos intervinientes. En consecuencia, la
intervención ambiental es importante en el rescate del ambiente, la
conservación, protección, cuidado, cambios de actitud de los individuos hacia
el rescate, valorización y respeto hacia el ambiente y por ende el fomento de
la integración y participación en acciones proactivas.
5. Referencias
Ander-Egg, E. (2007). Introducción a la planificación comunitaria. Buenos
Aires, Argentina: Hvmanitas.
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Arbitrado
interrelacionar la intervención comunitaria ambiental y el tratamiento de las