Revista Scientific Volumen 3 / Nº 10 - Noviembre-Enero 2018-2019 | Page 260

Sin embargo, esta vertiente de nueva racionalidad, debe llevar a una reforma y reestructuración sin precedentes en las instituciones universitarias, que coexisten actualmente con conocimientos generados en siglos pasados, cuando se creaban desde la estructura disciplinar de los saberes, sapiencias necesarias para otros tiempos, pero notablemente, desfasados con la realidad actual. Por ende, la importancia del pensamiento complejo el cual, Osorio (2012b): “nos invita y reta para pensar religando, juntando, contextualizando; nos insta a ver e integrar los antagonismos y a desarrollar una visión poliocular de la realidad” (pág. 276). De modo que, es tarea primordial de todos los gerentes de las instituciones fomentar el desarrollo de actividades e investigaciones presididas por un enfoque complejo, donde exista un discernimiento creativo, innovador, que responda a las verdaderas necesidades colectivas; que fortifiquen además las diversas practicas académico administrativas dentro de la institución. Por otra parte, el sector universitario es el máximo delegado y/o actor en lo que concierne a la generación de conocimientos, por ello el valor que poseen las capacidades mentales calificadas dentro de las instituciones, se ha vuelto un tema de gran transcendencia. Por lo que, al hacer referencia a la generación del conocimiento, Berrio, Angulo y Gil (2013a), señalan: “que generar conocimientos es la actividad sustantiva de los centros de investigaciones científica; así también, complementariamente, apropiarse de él, validarlo, documentarlo; divulgarlo y/o propiciar su transferencia para el desarrollo de aplicaciones de beneficio social…” (pág. 123). Es evidente, que las universidades y los Centros de investigación científica como principales comisionados, deben poseer una constante interrelación e integración en pro del beneficio social, con el fin de exteriorizar, 259 Arbitrado concepciones lógicas clásicas (pág. 281).