reconstrucción universitaria.
Desde esta perspectiva la complejidad invita a un pensamiento
reestructurador unificador capaz de unir y enlazar disciplinas a fin de generar
conocimientos útiles, valiosos para la organización y por ende para la
sociedad, es decir, conocimientos sin barreras ya que como mencionaba Morin
cada disciplina separada momentáneamente permite profundizar en un
conocimiento específico, pero luego al pasar el tiempo comienzan a mostrarse
en un oscuralismo a lo que llamo racionalidad restringida, lo cual nos aparta
de la complejidad organizada, y de una nueva visión de la realidad.
Dentro de este orden de ideas, gestionar el conocimiento en
investigación, en las instituciones universitarias, se muestra cómo saber
cuándo es considerado como un bien en sí mismo, esto conlleva que la
generación del conocimiento convertido en ciencia se vuelve útil cuando trae
consigo un beneficio a la sociedad, al mejoramiento y desarrollo de la misma,
esto como función creadora de nuevas e innovadoras ideas.
De forma que se comprende que, dentro de los procesos investigativos
los representantes se deben a una comunidad académica, Marín (2010):
señala “…debe estar regida por un sistema cultural de la investigación,
determinado por sus tramas de significados, conocimientos específicos y
práctica, desde la que se tiene experiencia del mundo y se lo comprende, para
ir tras él y transformarlo” (pág. 5).
De manera que, la gestión del conocimiento en investigación, implica
una práctica que posibilita a los integrantes la configuración de modernas y
novedosas formas de pensar, actuar y relacionarse con los que interactúan
(investigadores). Este sistema incluye estructuras conceptuales, métodos,
equipos de trabajo mecanismos de medición y grupos de personas que
reconozcan además el trabajo en colectivo.
Ahora bien, el proceso de gestión del conocimiento en investigación en
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Arbitrado
investigativos; a fin de conseguir una verdadera transformación y