Barrios, (2009a), asegura que:
una niña o u niño hiperactivo, incluso con déficit de atención
puede ostentar un cociente intelectual superior a 130. Los niños
que realmente presentan “Déficit de atención e hiperactividad”
se caracterizan porque sólo pueden estar concentrado en algo
que les guste o les interese por un promedio de 3 a 5 minutos,
mientras que los superdotados ante la misma situación pueden
durar quietos más de 30 min., llegando a durar horas inmersos
en actividades que les gusta (pág. 5).
Por todo lo expresado anteriormente, las docentes de educación inicial
requieren de herramientas que les permita identificar a los preescolares
quienes pudiesen presentar un potencial cognitivo superior y así aplicar
estrategias de trabajo diseñadas especialmente para las diferentes
potencialidades e intereses existentes en el aula; como lo plantea Barrios
(2009b):
…con adecuadas bases científicas, académicas y psicológicas
se capaciten para facilitar el pleno desarrollo de las
potencialidades de estos niños, sobre todo se les puede
motivar al desarrollo de sus potenciales talentos mediante la
estimulación de las inteligencias múltiples y mediante un
programa de aprendizaje autodirigido con el uso de
herramientas de telemáticas (pág. 6).
Otro punto referencial es el señalado por Freeman (1988): quien plantea
que “hay dos características que comparten y que les diferencian del resto de
los alumnos: Aprenden más rápidamente, y tienen mayor profundidad y
extensión en el aprendizaje” (pág. 54).Estas características deben tenerse
presentes en el momento de realizar la identificación temprana con el propósito
de disminuir en lo más posible cualquier déficit intelectual, procurando el
máximo desarrollo potencial de los sujetos, en este sentido, Benito (2008a):
considera que “la edad óptima para la identificación de un niño como
superdotado es entre los 4 y los 7 años” (pág. 4), no con el propósito de
24
Arbitrado
diagnosticados como hiperactivos o incluso con déficit de atención, aunque