Revista Scientific Volumen 3 / Nº 10 - Noviembre-Enero 2018-2019 | Page 213

la mujer es un ser que se desempeña a actividades propias de ella como las de atender hijos, marido, hogar y a la vez ser un soporte del hombre en los momentos que este lo requiera. El sexo masculino desde la visión roussoniana ha de dedicarse a aspectos como: la política, las ciencias, la guerra, la literatura o cualquier otra disciplina propia de los hombres. En cambio, la mujer ha de estar disponible a sus labores propias como el hogar, atención al marido, arreglarse y estar dispuesta para el hombre cuando el esposo la requiera. En ese orden, Calderón (2005a), dice: “La mujer en Rousseau es una de las ideas que acusa de los vicios de su formación y que arrastra los vetustos prejuicios de la tradición patriarcal” (pág. 5). Resulta claro, que La Filosofía educativa roussoniana, da un rol secundario a la mujer en la sociedad. El contexto en que Rousseau escribe el Emilio es un escenario marcado de grandes discriminaciones raciales en donde las fuerzas físicas aún se imponen sobre las ideas políticas, educativas o la razón. No quiere decir con esto que el autor del Emilio fuera una persona que estaba inmerso en aspectos discriminatorios o racistas sino fue el contexto el que prevaleció en su filosofía educativa. Con referencia a la posición y educación de la mujer, Rousseau (1959n), indica: ¿Deducese de esto que deba ser educada en la ignorancia de todas las cosas y ceñida solamente a las funciones caseras ¿Hará el hombre de su compañera su sirvienta? ¿Se privará para con ella del mayor embelesco de la sociedad? ¿Le impedirá que sienta, que conozca cosa alguna, por mejor esclavizarla ¿La hará un verdadero autómata? No, sin duda; no lo ha dicho así la naturaleza, que da a las mujeres tan agradable y delicada inteligencia; por el contrario, quiere que piensen, juzguen, amen, conozcan y cultiven su entendimiento como su figura; que son las armas que les da para suplir la fuerza que les falta y dirigir la nuestra. Deben aprender muchas cosas, pero solo aquellas que les conviene saber (págs. 510- 511). 212 Arbitrado ser activo y fuerte, débil y pasivo el otro” (pág. 502). Interpretando lo anterior,