labores específicamente de ellas y no de los hombres. En sentido, considero
a la mujer un ser si se quiere decir inferior al hombre ya que afirmaba que eso
es parte de naturaleza humana. Es así como Rousseau (1959l), plantea:
Una vez demostrado que ni el hombre ni la mujer están ni
deben estar constituidos del mismo modo en lo que respecta al
carácter y al temperamento, se infiere que no se les debe dar
la misma educación. Siguiendo las direcciones de la
naturaleza, deben obrar acordes, pero no deben hacer las
mismas cosas; el fin de sus tareas es común, pero estas son
diferentes, y por consiguiente los gustos que la dirigen (pág.
509).
Es evidente entonces, que el pensamiento roussoniano difiere en
cuanto a la educación que se lleve a cabo entre los hombres y las mujeres.
Por lo tanto, el estudio de las ciencias duras como: las matemáticas, medicina,
biología, astronomía entre otras son exclusivamente para los de sexo
masculino. Respecto al tema, García (2007), señala: “La educación de las
mujeres debe subordinarse a la de los hombres. A la base de esta
subordinación de la mujer se sitúa la creencia de Rousseau en que hombres
y mujeres no tienen una misma capacidad racional” (pág. 4). Resulta claro el
papel que ocupa la mujer en el pensamiento educativo del autor del origen de
las desigualdades entre los hombres. Ese no es otro que prepararse para
agradar al hombre.
En cuanto al rol educativo de la mujer, Prieto (2006), expresa: “No
quería Rousseau, ciertamente, que las mujeres fuesen ignorantes” (pág. 11).
Según el autor, la mujer desde el punto de vista de Rousseau es que se
eduque para que piensen, juzguen, amen, conozcan y cultiven su inteligencia.
Pero nunca han de ocupar espacios importantes en la sociedad.
De igual forma, el ginebrino plantea que existen diferencias entre el
hombre y la mujer. Concerniente a esto, Rousseau (1959m), dice: “El uno debe
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Arbitrado
pensó que es más fácil para la sociedad que estas se ocupen para realizar