expuesto, Rousseau (1959g), manifiesta: “Un niño que no es de mala índole,
y que hasta los veinte años ha conservado su inocencia, a esta edad es el más
generoso, el mejor, el más amante, y el más amable de los hombres” (pág.
305). Resulta claro que el concepto de Adolescencia, es sinónimo de bondad,
amistad y valores.
En la etapa de la adolescencia Rousseau, plantea que se le debe de
hablar al joven del mundo y enseñarle este antes de que conozca a los
hombres ya que sería una equivocación porque el ser humano se corrompe
fácilmente. Además, crearle conciencia de que las riquezas o los tesoros no
es todo en la vida. Estas se pueden perder en un futuro, debido a
circunstancias como las guerras, enfermedades o juegos de azar. También da
importancia del amor al prójimo. Al respecto, Rousseau (1959h), dice:
“Enseñad a vuestro alumno a que ame a todos los hombres, hasta aquellos
que los desestiman” (pág. 312). Parafraseando al autor, el odio no es una
buena señal para los hombres los que odian son débiles de espíritu y ese no
es un estado de la naturaleza humana.
Rousseau recomienda discutir con los jóvenes los clásicos de la
literatura mundial como la Eneida de Virgilio, la Republica de Platón, la Isla de
Robinson de Daniel Defoe, entre otras. Igualmente, recomienda estudiar a los
grandes historiadores de la humanidad como: Heródoto de Halicarnaso, Lucio
Mestrio Plutarco, Marco Tulio Cicerón y otros. Además, estudiar la vida y obra
de hombres como: Julio Cesar, Alejandro Magno, Aníbal Barca y otros. En
síntesis, considera la Historia fundamental en el proceso educativo de los
jóvenes.
De igual modo, el estudio de la religión es importante analizarlo, pero
desde un punto de vista diferente al que lo han enseñado las religiones Plantea
que hay que estudiarlo desde una visión crítica con sus fortalezas y
debilidades; aciertos y desaciertos. En su crudeza del estudio de la religión,
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Arbitrado
atrás resentimientos de venganza, revanchismo e intriga. Reafirmado lo