La educación forma parte importante de la economía del conocimiento,
y converge en la sociedad por medio de la tecnología, incorporando
mecanismos alternativos para fortalecer las estrategias docentes. Los avances
tecnológicos aportan beneficios al individuo para apropiarse y compartir
información en diversas áreas del conocimiento. Para obtener un crecimiento
económico sostenido y un desarrollo humano pleno, es necesario el
compromiso de una fuerza de trabajo altamente calificada. De tal manera que
para la consolidación de los profesionales del futuro las universidades son un
pilar fundamental en la formación académica de los mismos.
Cada día, la relación entre la tecnología y el avance económico es más
estrecha, requiere de la actualización de las infraestructuras y de la
permanente capacitación en el ámbito laboral. La calidad del producto
educativo radica en la formación permanente en nuevas tecnologías e
innovaciones como un bien estratégico de las instituciones educativas. De tal
manera, que el capital humano es pieza fundamental en la acumulación tanto
del capital físico, como del trabajo humano educado, creando las condiciones
de un crecimiento económico sostenido.
En consecuencia, las entidades formativas se ven en la necesidad de
ajustarse, para dar respuesta a las demandas de los entornos actuales
generando vías de desarrollo alternativas, en un contexto que requiere de
profesionales que aporten soluciones a las realidades sociales, empresariales,
ambientales y tecnológicas con el dominio de herramientas de indagación
desarrolladas por las diferentes ciencias de la educación, que le permitan
fomentar y fortalecer la investigación como un eje que debe permear el
currículo incorporando diversidad de estrategias que involucran entre otras
cosas las herramientas tecnológicas.
Las instituciones de educación superior requieren asumir estrategias
destinadas hacia el mejoramiento permanente de la formación docente y la
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Arbitrado
2. Planteamiento del Problema