Revista Scientific Volumen 2 / Nº 6 - Noviembre-Enero 2017-2018 | Page 96

que conforma las aulas universitarias y su potencial creativo, relacionado con el desarrollo de actitudes y valores que tenga como prioridad la relación de la sociedad con su entorno, con el fin de procurar un desarrollo humano sostenible, que pueda garantizar el soporte físico y biológico sobre el cual se sustenta. (Azuaje, 2011, pág. 130) Los aspectos anteriormente mencionados, corroboran la importancia signada a la planeación educativa, para que exista correspondencia entre la teoría y la práctica que se ejecuta, proponer caminos de actuación, responder a los modelos siempre cambiantes; realidad que da cuenta de la necesidad de una mayor profundización en el tema, a fin de propiciar el interés, la participación, el compromiso del docente universitario, los estudiantes, la institución con el planeta. Con respecto a la planeación Goodstein, Nolan y Pfeiffer (2001), señalan lo siguiente: …es el proceso de establecer objetivos y escoger el medio más apropiado para el logro de los mismos antes de emprender la acción (…) La planeación se anticipa a la toma de decisiones. Es un proceso de decidir antes de que se requiera la actuación. (pág. 5). En este sentido, la planificación educativa debe servir de direccionamiento a la Educación Ambiental, donde aprender implique una connotación especial, como proceso de la conciencia humana en lo afectivo, físico, social y espiritual; atendiendo a la cosmovisión sobre el entorno, donde la interacción permita la comprensión socio natural y el compromiso con el ambiente. En torno a estas ideas, es necesario asegurar el espacio de la interconexión entre las disciplinas, lo que exige un pensamiento transdisciplinar, transversal, una reflexión que relacione la parte y el todo, el micro y el macro, lo singular y lo universal; se concreta en la medida en que 95 Arbitrado Para cumplir este reto, es necesario tomar en cuenta el talento humano