Revista Scientific Volumen 2 / Nº 6 - Noviembre-Enero 2017-2018 | Page 95

El paso de la modernidad a la postmodernidad demanda cambios del paradigma educativo amparado hasta ahora en la fragmentación de la realidad, el cientificismo, la ciencia mecanicista y aislado del contexto de orden planetario; en este sentido, la Universidad como espacio formativo se mantiene en los planteamientos teóricos y la parcelación de saberes en micro disciplinas o de manera disciplinaria. Desde la perspectiva hologramática de la complejidad, la realidad no se debe particularizar sino, estudiar las partes para entender el todo, tampoco el todo sin entender las partes que lo componen, así como manejar todas esas partes desde el punto de vista del conocimiento que las caracteriza, la idea del holograma trasciende a que la realidad no está hecha de partes, como lo suponen los reduccionistas, ni tampoco de totalidades, como afirman los holistas. (Morín, 2011, pág. 107) Ahora bien, las instituciones universitarias como sistemas abiertos están distantes a vincularse con el contexto social, establecer relación permanente con el medio ambiente, compartir la incertidumbre generada por los eventos naturales, la violencia, el hambre, las pandemias y epidemias, entre otros; comprendiendo la complejidad de interacciones y la resignificación del pensamiento en los individuos, como respuestas a las necesidades sociales. En este orden de ideas, en los docentes se avista poco interés por la planificación dirigida hacia una educación holista en la cual se perciba el universo como una comunidad de sujetos, las estrategias de enseñanza no permiten el desarrollo de habilidades ni cambios de comportamientos y redimensión de las actitudes, para establecer relaciones entre conocimientos previos y nuevas adquisiciones, por ende, interactuar en procesos complejos propios de la naturaleza humana. 94 Arbitrado 1. Introducción