articularlas.
El tercero de los principios expresa que todo aprendizaje consiste en
pasar de una complejidad percibida como borrosa a una complejidad
estructurada, poco a poco, por una larga práctica de interacción con ella; un
cuarto sostiene que no se puede separar el aprender a leer del aprender a
producir; se aprende a leer produciendo textos y se aprende a producir textos
leyendo; un quinto principio destaca que se pueden demarcar competencias
lingüísticas comunes utilizadas tanto para aprender a leer como para aprender
a producir textos.
En definitiva, esta autora revaloriza la enseñanza, con énfasis en que el
objetivo no es enseñar a leer, sino formar niños lectores. Con este recuento
de propuestas, se ha querido ejemplificar de qué manera se puede realizar la
aproximación al texto escrito, tanto desde el punto de vista de la escritura como
de la lectura, con el propósito de desmitificar y argumentar la pertinencia de
introducir la lengua escrita en la educación inicial.
2.3. Enseñanza de la Lectura
La lectura y la escritura son procesos complejos de comprensión y
producción de textos escritos, y permiten al estudiante construir aprendizajes
en todas las áreas académicas, el acceso al conocimiento reconstruido, así
como manifestar sus ideas, opiniones, saberes previos, incrementando de esta
manera su bagaje intelectual. De acuerdo con Ortiz, (2008), se entiende la
lectura como:
La lectura debe realizarse desde los más tempranos niveles de
la enseñanza, esto es, aún desde que los alumnos no pueden
hacerlo por sí mismos. Por tal motivo, la lectura diaria de textos
interesantes para los niños, los ayuda a percibirse como
lectores y le permite ampliar sus conocimientos. Se leerán no
solamente los materiales seleccionados para trabajar de la
manera antes indicada, sino también otros que le permitan
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Arbitrado
diferentes claves, de distinta naturaleza y de estrategias pertinentes para