autoexploración de su potencial único y el fortalecimiento de su integridad
compromiso y responsabilidad para aumentar su influencia y liderazgo.
En ese sentido, una gerencia emergente abierta a los nuevos
paradigmas puede poner en práctica aportes para desarrollar el potencial
humano del personal, ya sea gerencial, obrero o administrativo para que en
conjunto con empleados y clientes, se construya la misión de la organización
a cargo y cambiar los viejos paradigmas, por otra que forme al individuo de
una manera proactiva capaz de interpretar y asumir los rápidos cambios y este
en disponibilidad de aprender a reaprender de acuerdo a los retos impuestos
por un contexto de incertidumbre.
3. Conclusión
El presente ensayo se orienta a dar un soporte teórico sobre como las
neurociencias y la vitalogía aportan estrategias a los paradigmas emergente
de la gerencia, esto con el objeto de fortalecer el proceso de efectividad en la
toma de decisiones de una organización. En sí, contribuir a mejorar la calidad
de vida tanto propia como de los sujetos que le rodeen, de allí que un buen
gerente de una organización, pueda cumplir con un perfil que conduzca a sus
empleados a la autorrealización y para esto es primordial que sus rasgos de
personalidad (autoestima, asertividad y motivación), se fortalezcan a lo largo
de sus experiencias y relación con su ambiente, siempre orientados hacia una
motivación al logro cuyo norte sea un individuo capaz de lograr un óptimo en
su vida personal y social, contribuyendo al progreso de la organización.
Lo que conlleva a nuevos paradigmas emergentes abiertos hacia la
humanización de la gerencia desde las posturas de las disciplinas de la
vitalogía y las neurociencias, donde un gerente por ejemplo en el área de salud
pueda desde el ser más comunicativo y motivacional, a fin de que su
comunicación sea fluida y eficaz, donde la importancia de la comunicación
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Arbitrado
privadas, y así aborda la profundidad emocional, como terreno para la