desde la planificación hasta el control y seguimiento de las actividades que
emprende; para ello, es necesario, entonces que conozca bien su función
como un buen gerente. De allí, que la gestión es una tarea que requerirá de
conciencia, esfuerzo, recursos y buena voluntad para ser llevada a cabo
satisfactoriamente.
Además, lo antes descrito necesita un gerente capaz de ejercer
mediante las competencias necesarias la conducción de los diferentes actores
que integran una organización, así como administrar recursos, procesos y
funciones inherentes a su cargo, a fin de lograr objetivos y metas, asegurando
la calidad del servicio que produce consecuentemente al éxito de su
organización y el equipo que está dirigiendo. De acuerdo con esto, Ditcher
(2008), señala que “el término gerente es un eufemismo para designar el acto
de guiar a los demás, lograr que las cosas se hagan, dar y ejecutar órdenes”
(pág. 89).
Ahora bien, los paradigmas emergentes en la gerencia, se encuentran
integrando la teoría humanística en el desarrollo del pensamiento universal, la
comprensión filosófica, global, entera e integral de los procesos que derivan
progresivamente hacia aspectos de las realidades comprendidas en dichos
procesos.
Lo que conllevará, a establecer un clima organizacional optimo a través
de la inteligencia emocional, como una forma de interactuar con el mundo,
según, Goleman (1995), en ella se tiene en cuenta los sentimientos, y engloba
habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la
motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la igualdad mental.
Así los rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión, resultan
indispensables para crear una nueva realidad que busque el bien común del
colectivo, es por ello que los actuales momentos se hace énfasis en el
desarrollo del capital humano dentro de las organizaciones ya sean públicas o
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Arbitrado
haciendo uso de la racionalidad y de procedimientos sistemáticos que vayan